Amoxcalli Blog

de los códices al blog, una biblioteca es mi boleto para viajar... pienso dar una vuelta al mundo y ¿quién sabe? tal vez nos encontremos.

abril 27, 2006

Festival de la Palabra.
Todavía se esta llevando a cabo este evento en la Cd. de México, termina el 1° de mayo, con varias actividades relacionadas a los libros...

Chequense el audio de la página de inicio, esta curado...

El editorial de hoy.
El periódico El Universal dedicó su editorial de hoy a comentar sobre la aprobación de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, un tema que se ha vuelto controvertido y que aún no se sabe si beneficiará o de plano hundirá otro poquito a las librerías y a la lectura en México.

Del mismo modo, el libro es un fruto del espíritu y el intelecto como un objeto material sujeto a las inevitables leyes mercantiles de la oferta y la demanda, los costos y las utilidades.
Manipular su comportamiento libre es particularmente riesgoso cuando, lejos de tener un mercado floreciente, hemos sido testigos del cierre de 40% de las librerías del país en los últimos 10 años.
Ayer, la Cámara de Diputados reformó la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro con el objeto de uniformar el precio de los libros en toda la República y acabar con las diferencias, debidas sobre todo a los fletes. Como se supone que no sería justo que los editores absorbieran esos gastos adicionales, lo más probable es que los incorporen a los costos de producción, con lo que al final de cuentas todos los compradores de libros estarían contribuyendo a pagar los fletes de los libros distribuidos en los estados.
Es decir, la reforma legal liquida las diferencias de precios, pero no puede evitar el costo, con lo que solamente lo disimula con el prorrateo. No obstante, conviene estar alerta a la supervivencia de las pequeñas librerías locales y regionales que tanto bien han hecho a la cultura nacional.
Sin embargo, en México no proliferan las librerías; por el contrario, hay una por cada 250,000 habitantes, en tanto que en Argentina la proporción es una por cada 15,000, es decir más de 16 veces que nosotros.
A cambio de ello, las bibliotecas públicas se han multiplicado prodigiosamente desde hace 25 años, cuando el entonces secretario de Educación, don Jesús Reyes Heroles, puso en marcha un programa nacional para hacerlas llegar a todos los municipios.
El libro no es un complemento educativo: es la educación y el resumen de la cultura humana. Si es costoso producirlo, distribuirlo y lograr que se lea, más caro resulta no hacerlo.
No hay libros malos; hay malos lectores. Ni el cine ni la radio ni la televisión son enemigos del libro. Al contrario, los buenos programas tienen como sustento buenos libros y los hacen buenos lectores.
En el Año del Libro, ofrecer la lectura como privilegio y deleite es más efectivo que imponerlo como obligación. Una hora de lectura en las aulas escolares puede obrar resultados milagrosos. Quizás retrase un poco el programa escolar, pero si a cambio de ello se hacen lectores, el resultado sería positivo.
Es de muchos modos inquietante pensar que se fomenta la lectura emparejando el precio de los libros. Inevitablemente se recuerda cómo, hace tiempo, los cines de a 4 pesos, precio único, desalentó las buenas producciones cinematográficas y dejó a las salas de exhibición en ruinas por incosteabilidad. La gente iba al cine, pero su cultura cinematográfica y general no aumentó por ello con cintas de calidad ínfima, producidas en 4 semanas con una veintena de tomas fijas y muchas canciones.
La buena lectura se fomenta con muchas bibliotecas y librerías, es decir, con una abrumadora oferta de libros que nos asalte por todas partes.
Revisemos con cuidado los efectos de la reforma legal ya aprobada y, si es necesario, ajustémosla a fin de que logre los objetivos para los que pudo haber sido concebida, que es decir, estimular la lectura y democratizar al libro.

abril 04, 2006

Dia Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Fue el 2 de abril, aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen, y es un día dedicado a promover la lectura en los niños y jóvenes.

Cada año una Sección Nacional de la IBBY (International Board on Books for Young People) tiene la oportunidad de ser el patrocinador internacional del día del libro infantil. Esa Sección elige un tema e invita a un autor importante del país a escribir un mensaje para los niños del mundo y a un reconocido ilustrador para el diseño de un póster. Este 2006 le tocó a Eslovaquia...


EL DESTINO DE LOS LIBROS ESTÁ ESCRITO EN LAS ESTRELLAS
Los adultos preguntan a menudo qué pasará con los libros cuando los niños dejen de leerlos. Esta podría ser una de las respuestas:

?Los cargaremos en grandes naves espaciales y los enviaremos a las estrellas?

¡Estupendo...!

Los libros son en realidad como las estrellas que brillan en la noche. Hay tantos que no se pueden contar y a menudo están tan solo de nosotros que no nos atrevemos a ir a buscarlos. Pero imaginad tan sólo la oscuridad que reinaría si un día todos los libros, esos cometas de nuestro universo cerebral, se escaparan y dejaran de emitir esa energía sin límites del conocimiento y la imaginación humanos...

¡Dios mío!

¿Dices que los niños no pueden entender semejante ficción científica?. De acuerdo, entonces regresaré a la tierra y me permitiré recordar los libros de mi propia infancia. Porque eso es lo que me vino a la memoria cuando estaba contemplando la Osa Mayor, la constelación que los eslovacos llamamos ?El Gran Carro?, ya que los libros que más quería me llegaron en un carro... Bueno, no a mí en primer lugar, sino a mi madre. Sucedió durante la guerra.

Un día estaba ella al borde del camino cuando apareció un carro traqueteante. Era un carro de heno tirado por caballos, pero cargado hasta arriba de montones de libros. El que lo conducía le dijo a mi madre que estaba llevándose los libros de la biblioteca de la ciudad a un lugar seguro, para evitar que los destruyeran.

Por entones mi madre era todavía una niña que ansiaba leer, y a la vista de aquel mar de libros sus ojos brillaron como estrellas. Hasta entonces sólo había visto carros cargados de heno, paja o estiércol. Pera ella un carro lleno de libros era como algo propio de cuento de hadas. Así que se armó de valor para preguntar:

?¿Por favor, me podría dar al menos un libro de ese gran montón??

El hombre sonrió, asintió con la cabeza, saltó del carro, y soltó uno de los laterales mientras decía:

?¡Te puedes llevar a casa tantos como caigan al suelo!?

Los libros cayeron ruidosamente sobre el polvoriento camino y poco después la extraña carreta desaparecía tras una curva. Mi madre los apiló, mientras su corazón se le salía del pecho de emoción. Cuando les hubo quitado el polvo, comprobó que entre ellos, casualmente, había una edición completa de los cuentos de Hans Christian Andersen. En los cinco volúmenes de diversos colores no había una sola ilustración, pero, de manera un tanto milagrosa, estos libros alumbraron las noches que mi madre tanto temía. Pues durante esa guerra ella había perdido a su madre. Cuando leía aquellos libros, al caer la noche, cada uno de ellos le proporcionaba un pequeño rayo de esperanza, secretamente ilustrado en su corazón por unas pestañas que se cerraban, hasta que se quedaba apaciblemente dormida, al menos durante un rato...

Pasaron los años y aquellos libros llegaron a mis manos. Siempre los llevo conmigo por los caminos polvorientos de mi vida. ¿Qué de qué polvo hablo, preguntas?

¡Ajá!

Quizá estaba pensando en ese polvo de estrellas que se posa en nuestros ojos cuando nos sentamos a leer en una noche oscura. Si es así es que estamos leyendo un libro. Después de todo, podemos leer todo tipo de cosas. Un rostro, las líneas de la mano, las estrellas....

Las estrellas son libros que iluminan el cielo de noche.

Cuando dudo si merece la pena escribir otro libro, miro al cielo y me digo que el universo en realidad no tiene límite y que aún tiene que quedar sitio para mi pequeña estrella.

Mensaje escrito por Ján Uliciansky
Traducción: Juan Ramón Azaola
Afiche de Peter Cisárik